La mayoría de los responsables de animales intentan resolver sus problemas de conducta por ellos mismos. Algunas veces se consigue, la mayoría no es eficaz; y a veces incluso empeora la situación.
Entre los factores que influyen en este aspecto están:
- Diagnóstico impreciso o carencia de diagnóstico
Cada caso es particular y único, de manera que las normas generales o los trucos raramente ayudan a solucionarlo. El especialista en conducta nos ayudará a entender a nuestro perro o gato, así como las causas de su conducta (miedo, estrés, ansiedad, déficit de socialización, etc.). Así mismo, es importante detectar problemas físicos o enfermedades que afecten a la conducta de nuestros animales.
- Tiempo y aplicación de las pautas
Cuando se aplican trucos para intentar solucionar un problema de conducta, si no son eficaces…cambiamos de truco. De este modo, el especialista se encuentra pautas de manejo no consistentes, incompletas o aplicadas durante un corto periodo de tiempo. Esto es contraproducente, ya que solo consiguen desestructurar las rutinas del animal.
- Fuente de la información obtenida
Las fuentes de información sobre comportamiento canino / felino mas habituales a las que recurren las personas hoy día son internet, los shows televisivos y la comunicación oral («rumorología»). En la mayoría de los casos la información proveniente de estas fuentes no está basada en un conocimiento real de los animales o tiene intereses diferentes al bienestar animal. Por ello, se recomienda mucha cautela a la hora de aplicar consejos obtenidos de estas fuentes.
- Las malas experiencias anteriores
Muchas personas han tenido malas experiencias a la hora de pedir ayuda para su perro o gato. Esto se debe bien a la falta de eficacia de los tratamientos propuestos, bien al trato recibido (métodos agresivos o inadecuados de modificación de conducta, falta de comprensión de la situación, etc.).
Esto no debe frenarnos a la hora de volver a solicitar ayuda, ya que hay muchos buenos profesionales con la formación necesaria para tratar nuestro caso desde la empatía y el buen hacer.
- La ruptura de los vínculos afectivos con nuestro animal y la pérdida de empatía
Es habitual que el responsable de un perro o gato con problemas, interprete éstos como “una venganza”, “desobediencia” o “tozudez” por parte del animal.
Esto, con el tiempo, lleva a un deterioro de la relación animal–humano que puede llegar a ser difícil de restaurar. También se encuentra aquí la raíz de muchos abandonos e incluso sacrificios injustificados.
En definitiva, un especialista en conducta con la formación necesaria nos ayudará a entender a nuestro animal, nos guiará en la comprensión de la raíz y los mecanismos que alteran su conducta y nos proveerá de un repertorio de pautas indicadas a nuestro caso concreto. Y todo ello con el objetivo de mejorar la relación y la convivencia de animales y humanos, a la vez que pretende aumentar la calidad de vida del perro o gato y de su familia.