La Etología es la ciencia que estudia el comportamiento animal. En el ámbito veterinario, un etólogo está capacitado para diagnosticar, asesorar y tratar alteraciones y/o patologías del comportamiento de los animales domésticos, fundamentalmente perros y gatos. Un Etólogo nos ayudará a entender a nuestro animal, nos guiará en la comprensión de la raíz y los mecanismos que alteran su conducta y nos proveerá de un repertorio de pautas indicadas para cada caso concreto.

No. El adiestramiento consiste en generar secuencias de comportamiento que sean útiles al ser humano (obediencia condicionada, perros de trabajo, etc.). La educación persigue establecer patrones de comportamiento que permitan al perro vivir en un entorno humanizado. La Etología Clínica, a través del conocimiento de los patrones naturales de comportamiento animal y del estudio de sus desviaciones, tiene como objetivo el tratamiento de las alteraciones que afectan a la calidad de vida del animal, así como a su capacidad de convivencia con las personas.

Como rama de la Medicina Veterinaria, la Etología Clínica está basada en el método científico y en los datos obtenidos mediante la experiencia. Para ello es fundamental el conocimiento de la biología, ecología y fisiología, así como los mecanismos de aprendizaje, cognición, percepción, emoción y genética que afectan a la conducta animal. En nuestro trabajo no tienen cabida aquellos medios o terapias que puedan resultar dolorosos para el animal o que puedan alterar la estabilidad de su estado mental, así como aquellas que puedan poner en riesgo la salud o la integridad física o mental de las personas.

En la primera visita se llevará a cabo un análisis conductual (diagnóstico) del perro o gato en su entorno habitual. Una vez obtenido el diagnóstico, se elaborará un dossier en el que constará un informe técnico del caso, un plan de trabajo (número de sesiones terapéuticas a realizar, guión de los temas a tratar) y un presupuesto adaptado a cada caso. Dicho dossier se hará llegar al responsable del animal para su aprobación y aceptación.

Todas las consultas se realizan en el domicilio habitual del animal. Puesto que el objetivo es transmitir la información y el repertorio de pautas necesarias para la correcta aplicación de las medidas terapéuticas, es recomendable que estén presentes todas aquellas personas que conviven habitualmente con el animal. La duración de las consultas suele oscilar entre 1 y 2 horas. No habrá coste adicional si se supera este tiempo.

No es necesaria ninguna preparación previa. El Etólogo puede necesitar revisar la documentación del animal, por lo que es conveniente tenerla a mano. En cada consulta terapéutica se entregará un resumen escrito de las pautas explicadas, pero ¡nunca está de más tomar notas de lo aprendido!

En el caso de que el animal se esconda nunca debemos forzarle a que salga o se muestre. Tampoco se le obligará a que entre en contacto con el Etólogo. Esto no limitará la eficacia del proceso diagnóstico. Si el animal es agresivo deberá siempre estar sujeto con correa o ser mantenido en una habitación aparte: ¡la seguridad de todos es la prioridad! Si tiene alguna duda a este respecto, no olvide comentarlo al solicitar su consulta y se le indicará como actuar en su caso concreto.

Gran parte de las medidas terapéuticas están basadas en cambios en los modelos de interacción entre persona y animal, así como en la modificación del entorno si es necesario. Por tanto, dichas medidas estarán incluidas en el día a día, no requiriendo mas tiempo del que las rutinas habituales nos llevaban hasta ahora. Sin embargo, no debemos olvidar que hacerse cargo del cuidado de un animal debe cumplir unos requisitos básicos, entre ellos disponer del tiempo suficiente para dicho cuidado.

A lo largo de las sesiones se habrá aprendido a aplicar las pautas recomendadas, pero los cambios de comportamiento del animal generalmente requieren mucho más tiempo. Por ello es recomendable realizar un seguimiento de la evolución del comportamiento del animal y de la eficacia de las pautas. El Etólogo le informará de como realizar dicho seguimiento y de la planificación prevista para el mismo.

Muchas enfermedades físicas tienen síntomas conductuales asociados, por lo que la terapia médica y la conductual no sólo no son excluyentes sino que son complementarias. Si el animal padece alguna enfermedad, es recomendable disponer de un informe de su Clínica Veterinaria habitual que incluya las pruebas diagnósticas realizadas y los tratamientos actuales administrados al animal. A lo largo de la primera visita, el Etólogo le informará de si existe alguna contraindicación o limitación de la terapia conductual.